La figura del profesor
ha cambiado a lo largo de la historia y ha ido evolucionando, pero no todos lo
han hecho de la misma manera. En la educación actual
nos encontramos con una especie de “cóctel educativo”.
Con esto me refiero, a
que se ha juntado en el sistema educativo un profesor de cada “especie”. Hay
profesores que mantienen la forma de enseñar de hace cuarenta años, profesores más
evolucionados, profesores innovadores...
Esto para los alumnos
es confuso, ya que la manera de transmitir los conocimientos cambia de unos
profesores a otros.
Para una educación de
calidad, han de desaparecer todos esos profesores que utilizan una metodología anticuada,
y dejar paso a las nuevas formas de enseñar.
Lo normal en una clase
de cualquier parte de España, generalizando, es que el profesor de unos
contenidos y alumnos los aprendan de una forma mecánica, de memoria, sin
razonar.
Para cambiar esto lo
primero que tiene que cambiar es la manera de pensar de los educadores, hay que
evolucionar hacia una educación más participativa, que el alumno y el profesor
mantengan una relación de cercanía dentro del proceso enseñanza aprendizaje.
Hay que enseñar valores,
actitudes, formas de comportamiento y no solo conocimientos.
El C.R.I.E es el escaparate
perfecto que tendrían que mirar todos los educadores, para llegar al tipo de educación
que necesitamos.
En el C.R.I.E los niños
aprenden sin querer, están tan encantados y tan motivados, que su subconsciente
adquiere los conocimientos casi sin darse cuenta, gracias a la metodología
utilizada, y al tipo de profesores que ponen en marcha esa metodología.
Por norma general,
aprendemos de lo que vemos, no vale de nada que tú enseñes algo a los alumnos,
si luego ellos ven que tú no lo haces. Por ejemplo, en el comedor del C.R.I.E
hacemos hincapié en el reciclaje, se les explica dónde va cada residuo y se les
obliga a reciclar, pero si los propios profesores no lo hacen, no servirán de
nada las explicaciones, hay que educar con la acción.
De aquí viene un poco
el título de la entrada, lo que los profesores enseñan no es lo que los alumnos
aprenden, un profesor puede enseñar lo que es el respeto hacia los demás, pero
si luego el profesor no lo practica, y no respeta dentro del aula, los alumnos
no lo aprenderán.
Como reflexión final,
me parece que es más importante la forma de enseñar las cosas, que las propias
cosas en sí.
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